El Tribunal Supremo ha determinado que no se puede obligar, de manera general, a todos los contribuyentes, a presentar la declaración de la renta online.
Quedan anulados así, varios artículos de la Orden Ministerial que imponían de forma generalizada a los contribuyentes presentar la declaración del IRPF y del Impuesto de Patrimonio o adjuntar documentos adicionales en formato electrónico.
La Administración puede promover acciones que faciliten la utilización de técnicas y medios electrónicos, informáticos o telemáticos, pero no puede obligar a los ciudadanos, según el fallo.